Top Guidelines Of incertidumbre amorosa
six. Espacio para el Crecimiento Personal El amor verdadero no solo se preocupa por el «nosotros», sino también por el «yo». Por ejemplo, si uno quiere asistir a un curso o dedicarse a un pastime, el otro lo apoya, entendiendo que el crecimiento particular de cada uno beneficia la relación.
Compromiso: el tercer paso requiere de la habilidad de ultrapasar y, trabajar para ultrapasar, los malos entendidos y sus angustias con el fin de estar juntos. Esta es la etapa de madurez de la relación, donde la clave está en creer en lo mejor de la otra persona, sin estigmas, prejuicios ni motivaciones negativas.
A menudo lo hacemos: nos enamoramos del amor. Tendemos a alimentar un ideal, ese que durante generaciones nos ha transmitido la imagen del amor romántico.
Para concluir, buscar y encontrar una pareja puede ser más fácil de lo que pensamos. Sin embargo, el amor verdadero no solo se encuentra sino que se trabaja cada día para hacer de ese hallazgo un proyecto, de ese amor una seguridad y una ilusión con la que crecer como personas haciendo equipo, dando forma a la felicidad.
Quizá se podría sintetizar lo dicho estableciendo que los que han aprendido a amar no dependen de la persona amada, pero tampoco permiten que ella dependa de ellos, porque saben que de cualquiera de los dos lados de la cadena, el esclavo y el amo son víctimas de la esclavitud y la rechazan de plano.
En términos de manifestaciones prácticas, el amor verdadero puede verse en el respeto constante, la comunicación honesta y abierta, la disposición a perdonar, y la capacidad de poner las necesidades de la pareja a la par o por encima de las propias cuando sea necesario. Se muestra en la consistencia del afecto y el apoyo, sin importar las circunstancias externas.
El amor verdadero es un viaje compartido, donde ambos se esfuerzan por construir una relación basada en el cariño, el respeto y el apoyo mutuo.
Los espacios y tiempos personales de cada uno de los miembros de una pareja son una parte elementary de la estructura de un vínculo sano. Si no existieran, ambos quedarían apelmazados y fusionados en una amalgama que, lejos de enriquecerlos, los empobrecería.
Se ajuste o no esta definición a la que anida en ti y determina tu forma de relacionarte, lo cierto es que conseguir no depender de los demás es, sin lugar a dudas, uno de los grandes desafíos de los que luchamos diariamente por una vida plena, es decir, de los que pretendemos ser felices; de los que sabemos que no declararse pendiente de la mirada del otro, de su aprobación o de su aplauso, tiene costos, y que estamos dispuestos a pagarlos, aunque no son para nada baratos.
Este amor no es posesivo ni restrictivo; por el contrario, libera y amplía los horizontes de los individuos.
La pareja se alimenta de la diversidad y, para que esta exista, deben estar definidos los distintos espacios, intereses y tiempos. Debemos hacer saber a nuestra pareja que no dejamos de amarla ni de prestarle atención o tenerla en cuenta a pesar de que nos agrade tener tus espacios de soledad. Porque los espacios personales no son, ni deben ser, una amenaza para el otro.
Por curioso que resulte, los terapeutas de pareja se encuentran muy a menudo con este mismo dilema: el tener que explicar a sus pacientes qué es eso a lo que llamamos “amor verdadero”. Cabe decir también que cada vez que iniciamos una relación nos decimos a nosotros mismos que lo hemos encontrado.
«Romeo y Julieta» de William Shakespeare: Esta obra es quizás la representación más icónica del amor romántico en la literatura. Shakespeare explora la intensidad del amor joven y apasionado, mostrando cómo Romeo y Julieta luchan contra las barreras sociales por su amor, lo que finalmente lleva a un trágico remaining. Su amor se ha convertido en un símbolo del amor verdadero y sacrificado.
«El Beso» de Auguste Rodin: Esta escultura representa a dos amantes en un abrazo íntimo. Rodin captura click here un momento de pasión y ternura, destacando la fuerza y la belleza del amor físico y emocional.